¿SOMOS RACIONALES?

Poner a trabajar las emociones a nuestro favor.

Nos gusta “presumir de ello” como un hecho diferenciador, e incluso tendemos a valorar más positivamente a aquellas personas que “dicen” ser capaces de racionalizar las situaciones. Pero ¿somos realmente seres racionales, o sustentamos nuestras decisiones lógicas, en base a criterios emocionales?

Si fuéramos 100% racionales, seríamos robots tomando decisiones en base a criterios lógicos. Pero somos personas. Reconocernos como seres emocionales es muy importante, también en un entorno laboral que si bien es racional en su diseño, está condicionado por los componentes emocionales de las personas que lo conforman.

Gran parte de la problemática en las empresas viene derivada de una inadecuada y/o inexistente gestión emocional: resistencia al cambio, conflictos relacionales, falta de implicación, falta de liderazgo… Escondernos detrás de la racionalidad no significa que nuestras emociones no estén ahí.  Conocer y gestionar cómo están las emociones implicadas en el entramado laboral, significa

PONER A TRABAJAR LAS EMOCIONES A NUESTRO FAVORen cualquier momento o situación profesional.

 Poco a poco las empresas y nosotros, hemos ido abriendo posibilidades a nuestras emociones y hemos tenido que reconocer la importancia de las emociones en nuestra vida, también nuestra vida laboral.

Así, nos hemos ido “acostumbrando” a conceptos como el de la inteligencia emocional (Goleman). Y hemos visto estudios como el realizado por The Consortium for Research on Emotional Intelligence in Organizations, donde se nos habló del Cociente de Éxito, y se nos dijo que se debía en un  77% a nuestras aptitudes emocionales.

Pero , ¿qué estamos haciendo con todos estos datos? Cursos, jornadas, presentaciones… que nos hablan de entrenar habilidades y competencias relacionadas con nuestra inteligencia emocional… y parece que nos quedamos con la parte de INTELIGENCIA y nos vamos poco a poco dejando de lado la parte EMOCIONAL.

Nos entrenamos para conseguir tener más empatía, más habilidades sociales, conocernos mejor, automotivarnos… Y todo esto ¿lo estamos haciendo desde un enfoque emocional o desde una racionalización de nuestra inteligencia emocional?¿Estamos hablando de gestionar nuestras emociones o estamos intentando racionalizar nuestras emociones?

Pensémoslo durante unos segundos. Quizás debamos rediseñar el camino que estamos recorriendo. El siguiente paso a reconocernos como seres emocionales, no es buscar cómo racionalizar y controlar nuestras emocionales; tampoco es poner a ambas a luchar.

El paso es ser capaces de coger lo mejor de la razón y de la emoción: BAILANDO EMOCIONES.

¿Cómo influyen las emociones en nuestra vida, también nuestra vida laboral? 

La investigaciones actuales sugieren que determinados aspectos del proceso de la emoción y del sentimiento son indispensables para la toma de decisiones, esencial en nuestra vida.

Antonio Damasio, (premio príncipe de Asturias, 2005), considerado el máximo exponente en el estudio del cerebro, demostró que la parte emocional de nuestro cerebro es el componente más influyente en la toma de decisiones  y concluye en una investigación que nuestro cerebro no procesa como una máquina lógica sino que calibra el poso emocional de experiencias previas.

Según la “hipótesis del marcador somático”,  cuando tenemos que tomar una decisión, nuestro cerebro analiza las experiencias vividas, intereses…provocando en nuestro organismo reacciones somáticas que se traducen en experimentar un estado emocional. Esta respuesta tiene la característica de ser rápida y efectiva, frente a una respuesta más calibrada pero también lenta de nuestro cerebro racional. Nuestro cerebro está diseñado para responder con rapidez, a tiempo.

No cabe duda de que a lo largo de nuestra experiencia personal y, en función de los temas a analizar, permitimos que el componente emocional condicione en mayor o menor medida el resultado final de la decisión.

Pero recuerda:

Incluso en el más racional de los casos, primero sentimos, luego decidimos.

Aprende a gestionar esta realidad